¿Quizá la sociedad en las épocas de recesión es más consciente de nuestra temporalidad humana, y que la ceremonia del adiós y del duelo, tiene un coste moral y económico elevado para los que quedan?.
Los motivos de contratación que indican los consumidores actuales son muy claros, y permiten a las aseguradoras definir estrategias de distribución:
- Tener una cuota de merado amplia, mantener viva la relación con el cliente y apoyarla con acciones publicitarias, garantiza mayoritariamente la decisión de compra.
- El precio ajustado está obligando a replantear costes de gestión y distribución, así como modalidades de tarifa que en ocasiones pueden llegar a perjudicar al consumidor.
- Tener redes comerciales telefónicas o presenciales, en un concepto B2C tienen garantía de éxito. El cliente actual está esperando a que alguien se lo ofrezca.
- La fortaleza del sector asegurador, y la supervisión de la administración en la solvencia de las entidades aseguradoras, es conocida por el consumidor, y no tiene miedos en la garantía de prestación del servicio contratado.
- La tradición ya no es suficiente para mantener una marca, debemos renovarnos ya que el cliente del s.XXI es infiel.
- Disponer de costosas oficinas de atención al cliente en lo local y con el tradicional cobrador domiciliario que no aporta valor al producto, en nuestros días sirve de poco o nada.
La actual composición de oligopolio asegurador en tres marcas, puede desaparecer a corto plazo si las nuevas aseguradoras que quieren entrar en el panel, saben definir estrategias escuchando al cliente y acertar en las decisiones.
Conclusiones propias a partir de estudio de fsr-Inmark 2012
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