Ataúd biodegradable:
“Nada se crea ni se destruye, todo se
transforma”.
Esta adaptación de la ley de la conservación de la energía es la
base de este proyecto llamado Emergence, que
busca convertir los cementerios en “reservas de vida”.
El prototipo tiene dos partes: un ataúd subterráneo fabricado con
materiales biodegradables, y un anillo colocado encima a nivel del suelo, que
se ilumina y que con el tiempo contendrá un árbol o planta en recuerdo del
difunto. La iluminación se mantiene encendida día y noche ya que la
electricidad en teoría se obtiene a partir de los procesos bioquímicos del
subsuelo.
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